Si eres sanador, la mayoría del dolor en tu cuerpo no es tuyo. Si tu cuerpo es sanador, la mayoría de su dolor no es tuyo. Tiendes a pensar que si te das cuenta de algo, debe ser tuyo. No lo es.
Toma una parte de tu cuerpo donde tengas dolor.
Expándete 100,000 kilómetros afuera de tu cuerpo en todas direcciones.
Mira a tu cuerpo y gira la molécula que retiene ese dolor. Gira la molécula.
¡Bien! Ahora, gira otra. Y otra más. Y otra más. Y otra más. Y otra más. Y otra más. Y otra más.
¿Cómo está tu dolor?